El Coordinador de Seguridad y Salud en la ejecución de obras

Repasamos esta figura imprescindible en la resolución de proyectos de construcción de edificios e infraestructuras, que tantas veces hemos desempeñado en nuestra región.

En numerosas ocasiones nos hemos referido en nuestra participación en la ejecución de obra a la Asistencia Técnica en Materia de Seguridad y Salud, un campo en el que en Consultores Exal somos expertos tras una larga trayectoria en la que las administraciones han confiado en el buen hacer de nuestro equipo.

Este campo viene regulado por el RD 1627/1997, que contempla la figura del Coordinador de Seguridad y Salud tanto a nivel de proyecto como a nivel de ejecución de obra; es este último el que nos atañe, pues dicho decreto obliga al promotor de la obra (generalmente, una administración pública) a designar un coordinador de seguridad y salud para la obra cuando en la ejecución de la misma intervienen varias empresas y/o autónomos (lo más frecuente en estos casos); y es ahí donde es donde entramos nosotros, no sólo por nuestra trayectoria en este campo sino por nuestra experiencia en el sector en general, ya que se requieren unos conocimientos y aptitudes globales para evaluar la ejecución en su conjunto.

Muy someramente, podemos resumir las funciones del Coordinador de Seguridad y Salud en las siguientes:

  1. Planificar las distintas fases de la obra y estimar la duración requerida para la ejecución de las mismas.
  2. Garantizar que todas las partes apliquen las acciones de Prevención de Riesgos Laborales.
  3. Aprobar el Plan de Seguridad y Salud del contratista.
  4. Controlar la aplicación correcta de los métodos de trabajo.
  5. Adoptar las medidas necesarias para impedir el acceso a la obra a personas no autorizadas.

Estas funciones, que pueden parecer superfluas y en ocasiones innecesarias, no son tema baladí, pues al fin y al cabo el objetivo del Coordinador de Seguridad y Salud es el de salvaguardar la integridad física de los trabajadores y controlar y reducir las acciones que conlleven riesgos para éstos y para cualquier posible sujeto implicado.

Por ello, para ejercer tan importante papel, no basta con un profesional ajeno al sector con un simple título de Prevención de Riesgos Laborales, sino que es necesario que sea un arquitecto o ingeniero (cada uno en su caso) debidamente titulado que pueda demostrar y garantizar los conocimientos y competencias globales y particulares de la ejecución de la obra.

Quizás este área no es de los que más renombre adquieren de entre todas las funciones a cubrir en la construcción de una infraestructura, pero sí podría ser de los que más afectan al trabajador a nivel personal. Y es por ello por lo que, cuando una administración confía en nosotros para desempeñar esta labor, nos sentimos especialmente orgullosos del trabajo que realizamos.