Autoridades de 22 países firman la Declaración de Cancún tras la celebración del IV Congreso Iberoamericano de Seguridad Vial
La semana pasada se celebró en la ciudad mexicana de Cancún el IV Congreso Iberoamericano de Seguridad Vial, tres días de conferencias, mesas de trabajo y sesiones científico-técnicas en el que participaron autoridades de 22 países distintos, entre ellos España y Portugal.
El congreso se desarrolló bajo las premisas del Decenio de Acción para la Seguridad Vial 2011 – 2020 de la ONU, y sirvió para aportar soluciones a problemas especialmente graves en Latinoamérica, como el alto porcentaje de vehículos que circular sin seguro (hasta un 73%), la escasa adecuación de la red viaria al tráfico de vehículos como las motocicletas, o la altísima siniestralidad que, de seguir la tendencia, puede alcanzar cifras de guerra (hasta 450.000 muertos al año en la próxima década).
El encuentro también dio para un buen puñado de declaraciones críticas por parte de algunos de los conferenciantes, y que iban encaminados principalmente a denunciar el escaso compromiso de las autoridades nacionales no sólo a la hora de destinar recursos para obras, sino en presupuestos para operar programas o en fiscalización para garantizarlos. Especialmente criticada fue la ausencia durante las jornadas de trabajo de algunos representantes públicos en materia de infraestructura y transporte.
Al final, el congreso culminó con la redacción de la Declaración de Cancún, suscrito por todos los colectivos participantes (responsables y representantes públicos, asociaciones, empresas, profesionales…) y que pretende reunir todas las claves abordadas en el congreso como guía para lograr las metas marcadas en el Decenio.